Los niños y niñas tienen derechos que ratifican la importancia de su potencial como futuros ciudadanos y constructores del desarrollo de las diferentes naciones del mundo. Al entender que ellos y ellas desarrollan su autonomía de manera progresiva, (entendiendo esta como el fortalecimiento del autoconocimiento, la autoestima y el autocontrol); es fundamental crear espacios de crianza bajo el respeto, el amor y la atención de las necesidades y el cuidado que necesiten. Parte de esas necesidades es escuchar y resolver las dudas de los niños y niñas frente a la sexualidad, siempre brindando información de acuerdo a su edad (de manera sencilla y realista), sin caer en evasiones de preguntas o regaños.
Entender la sexualidad como una dimensión de las personas, determinada por el aprendizaje a lo largo de la vida, es clave para aportar a la crianza y cuidado de niños y niñas bajo el respeto de los derechos sexuales y reproductivos. Para ello es recomendable criar bajo la noción de la necesidad de convivir con la diversidad, sin transmitir prejuicios de clase, raza, orientación sexual, género, condición económica o características físicas o emocionales.
Por lo tanto compartir espacios de juego y conversar francamente con los niños y niñas, son herramientas poderosas para construir fuertes y duraderas relaciones de confianza y respeto. En palabras de una de nuestras asesoras técnicas especialistas en psicopedagogía, Luz Marina León, “jugar, ser escuchados y tenidos en cuenta, son derechos humanos de niños y niñas; cuando los pueden disfrutar y ejercer desde la niñez son sin duda la mejor base para una adultez sana y plena”.Algunos derechos sexuales y reproductivos para tener en cuenta:
Reconocerse como seres sexuados.
Fortalecer la autoestima y autonomía para adoptar decisiones sobre la sexualidad.
Explorar y disfrutar de una vida sexual placentera, sin vergüenza, miedos, temores, prejuicios, inhibiciones, culpas, creencias infundadas y otros factores que impidan la libre expresión de los derechos sexuales y la plenitud del placer sexual.
Tener relaciones sexuales consensuadas.
Expresar libre y autónomamente la orientación sexual bien sea homosexual, bisexual o heterosexual.
Protegerse del embarazo y de las infecciones de transmisión sexual –ITS-
Tener acceso a servicios de salud sexual de calidad.
Tener información oportuna, veraz y completa sobre todos los aspectos relacionados con la sexualidad.
Decidir libre y responsablemente el número de hijos y el intervalo entre ellos, y a contar con información, educación y medios para lograrlo.
Decidir, -hombres y mujeres,- de manera libre y responsable la posibilidad de ser o no ser padres o madres.
Acceder a métodos anticonceptivos seguros, aceptables y eficaces, incluyendo la anticoncepción de emergencia.
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