Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres son fundamentales a la hora de buscar una sociedad más equitativa para todos y todas. El 28 conmemoramos el derecho humano que tiene cada una de ellas para acceder a los servicios de salud durante toda su vida de manera digna, integral y oportuna: sin sesgos de género, religión, sexo, raza u origen étnico.
Este año hemos tenido distintos acontecimientos que demuestran que más que necesario, el enfoque de género es indispensable para el sistema de salud. A nivel nacional, se conmemoran 10 años de la Sentencia C-355 que permitió la despenalización del aborto en tres casos; un hecho que sin duda empodera a las mujeres y da pasos en la vía correcta del reconocimiento de su autonomía para decidir sobre su sexualidad y reproducción. Aún así hay trechos por recorrer.
A nivel distrital, estamos a punto de terminar los primeros seis meses de la presente administración. El desmonte del programa Territorios Saludables, que incluía a los Centros Amigables ha generado incertidumbre, porque han sido exitosos: son centros de información y de interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Continuar con políticas e instituciones que han tenido éxito impacta positivamente en la salud de ciudadanos y ciudadanas, por lo tanto es fundamental que estos centros sigan activos, deshabilitarlos sería un paso atrás para el reconocimiento de derechos de mujeres y niñas.
A nivel regional seguimos teniendo grandes retos para asegurar los Derechos Sexuales y Reproductivos de las ciudadanas. En 21 departamentos del país hallamos un gran vacío en el sistema de salud: de la totalidad de las regiones estudiadas, Putumayo (2.6%) y Arauca (0.54) fueron los que mejores tasas de IVE en menores de 14 años tuvieron, (por ley un embarazo en menores de 14 años es producto del abuso sexual).
Los patrones culturales, trámites burocráticos y sanciones sociales siguen dificultando el acceso de las poblaciones más vulnerables a servicios de planificación e interrupción voluntaria del embarazo. Realmente debe ser un abordaje intersectorial: todos los actores y sectores involucrados con niñas, niños y adolescentes deben estar sensibilizados y aceptar que somos seres sexuados y que requerimos información y servicios para poder entender y disfrutar la sexualidad.
El Día Internacional de la Acción por la Salud de las mujeres nos recuerda que el compromiso con cada una de ellas es de todos: las instituciones públicas, las entidades prestadoras de salud, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
Estamos transitando hacia una reconciliación nacional y para ello salud y género hacen parte de la agenda.
Sinergias da tres claves para garantizar acceso digno a la salud para mujeres y niñas de todas las edades:
Garantizar recursos humanos, monetarios y físicos para una salud integral es indispensable: Capacitar a los actores del sistema en la comprensión, aceptación e implementación de las normas jurídicas que protegen y garantizan los derechos de mujeres, niños y niñas, es fundamental.
Promover la adecuación participativa de los servicios: vivir en un país con 123 grupos étnicos es un llamado para adaptar modelos interculturales que busquen ofrecer un mejor acceso a la atención de las mujeres respetando su cultura y autonomía.
Realizar procesos de investigación operativa para mejorar el desempeño de los servicios en salud sexual y reproductiva, salud mental y salud materno-infantil, es necesario para proporcionar evidencias suficientes para enfrentar los problemas en cada contexto.
Comments